27/10/11

Modestia a Prats

Modest Prats (Castelló d'Empúries, 1936) siempre ha sido capaz de despertar intereses. A menudo en aspectos que aparentemente no nos interesan. Sólo eso explica que un sacerdote tenga tantos discípulo sagnósticos y ateos. O que alguien que firma pronósticos pesimistas sobre la salud y la pervivencia de la lengua catalana haya suscitado tantas vocaciones lingüísticas en su defensa. De hecho, incluso puede sorprender que un erudito de la historia de la lengua catalana (con tanta a) transmita amenidad con todas las letras. Porque la amenidad ha presidido sus lecciones, conversaciones e intervenciones públicas por misa, bar y radio. Este sábado 29 un gran número de sus discípulos, entre amigos, conocidos y saludados, se reunirá en la residencia Bisbe Sivilla de Girona para dedicarle un homenaje a través del método máslógico para un hombre de letras, la presentación de un libro suyo: Homilies de Medinyà (Empúries). No es un libro de circunstancias. Lo ha escrito él de alfa a omega durante más de medio siglo, pero lo han montado sus amigos íntimos a partir de los papeles que ha dejado atrás en la parroquia por culpa del señor Alzheimer. Salomó Marquès es quien firma la antología, pero la alineación completa de cómplices llenaría el césped del Camp Nou de apellidos como Comadira, Drou, Feliu, Folch, Fonalleras, Iglesias, Nadal, Renedo, Ten o Terribas. El acto de este sábado me provoca la misma frustración que la última lección universitaria impartida por el doctor Joan Solà. Entonces no pude asistir por que estaba en una presentación literaria en Valencia y este sábado estaré en Cocentaina por el mismo motivo. Como no podré escuchar lo que dirán del libro, me lo he leído.
Los recopiladores han prescindido de sus artículos en Presència y han articulado la voz de Modest Prats a partir de textos memorialísticos (inéditos), homilías, conferencias, ejercicios espirituales y una traca final literariamente excepcional: un dietario de 1980 y el único cuento que se le conoce. Las notas de "D'aquí deu dies seré capellà" (1959) constituyen una cuenta atrás de un joven de 23 años, no exento de dudas, abocado a unos momentos tan decisivos. Sus homilías corroboran en todo momento el origen etimológico del término, que proviene de conversar. Una homilía no es, pues, ni un sermón ni una conferencia ni una lección ni unas instrucciones ni una charla moralizante, sino una conversación como las que Modest Prats suscita (con la ayuda de Espriu, los Evangelios, Eiximenis o santo Tomás) en sus homilías de bodas, aniversarios o exequias. En el orden civil, impresiona el sermón "A favor de l'abolició de la pena de mort" predicado en la iglesia del Carme, en Girona, el mes de mayo de 1975. En el orden literario, babeamos con el cuento "Rigorosament literal", que publicó como prólogo de un volumen del editor de Olot Miquel Plana en el que cada autor defendía una letra del alfabeto. Su única obra de ficción es un ejemplo de literatura barroca y potencial, que oculta diversos acrósticos alfabéticos entre cruzados de un modo prodigioso. Los amantes del Oulipo habrían transformado al corrector enloquecido del cuento en su santo patrón definitivamente provisional o provisionalmentedefinitivo. A mí me fascinó tanto que le pedí autorización para reproducir el cuento completo como últimocapítulo de una novela de título palindrómico inspirada en este corrector. Era una apropiación acreditada pero absoluta. Él accedió sin conocerme demasiado (ni ser de Girona). Gracias, Modest. Por eso y, sobre todo, por todo lo demás.
Màrius Serra. Publicat a la Vanguardia 27.10.11. Foto: Jordi Soler

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